Como ya es tradicional, nuestro pater Santi Pons nos hace llegar esta emotiva misiva navideña.
Ya empieza a ser un tópico decir que este año ha sido un año especial.
¿ Recordáis los proyectos que teníamos en la Navidad pasada? ;Qué ha sido de ellos?
Pero no nos hemos cruzado de brazos, nos hemos tenido que reinventar, porque nos necesitamos, porque no
concebimos la vida sin vernos, sin hablar, sin proyectar. Hemos tenido que tirar de imaginacion y con la ayuda de las
tecnologías y, sobre todo, con todas las ganas del mundo, hemos sabido buscarnos para seguir proyectando juntos.
Este año el Papa Francisco nos ha regalado una magnifica carta: Fratelli tutti. De nuevo el Papa se inspira en san Francisco de Asis para animarnos a construir una fraternidad universal.
De eso sabemos en la OJE.
Nuestros hogares, nuestras actividades, nuestros campamentos; son un ejercicio practico de esa fraternidad. Buscamos que todos puedan contribuir, que no se quede nadie atrás, que cada uno aporte su talento y así construimos proyectos, vivimos aventuras y experimentamos una vida en que el servicio es nuestra seña de identidad.
Podemos seguir creciendo en fraternidad leyendo y estudiando esta gran carta. En ella el Papa dedica el
capitulo segundo a comentar esa gran parábola del Buen Samaritano. Ya sabéis, el que no pasó de lado ante aquel hombre
malherido y se conmovío profundamente, se acerco y le vendo sus heridas, curándolas con aceite y vino. Después lo cargo
sobre su propia cabalgadura, lo llevé a un albergue y se quedo cuidándolo (Le 10, 35).
San Agustín y otros grandes santos han visto en la figura del Buen Samaritano al mismo Jesús, y en el hombre caído en manos de los ladrones, a la humanidad perdida y herida. Jesús se hace hombre, se hace uno de nosotros, para hacerse nuestro hermano, para cuidar de esta humanidad necesitada de amor, herida por nuestras propias luchas.
Navidad es el momento en que Dios pasa a nuestro lado y se queda con nosotros, se hace uno de nosotros
para poder abrazarnos y curarnos, para cuidar de cada uno de nosotros.
¿Como no estar contentos con tan gran noticia? ¿Como no agradecer tanto amor? ¿Como no alabar al que nos rescata? Seguro que encontraremos el modo de vivir la Navidad haciéndonos cercanos al que lo necesita y cantando esta esperanza.
Termino con esta reflexión de un sacerdote de Pamplona que me ha tocado el corazón.
Un fuerte abrazo y Feliz Navidad.
Santiago Pons.
¿Que no habrá Navidad?
¡Claro que si!
Mas silenciosa y con mas profundidad
Mas parecida a la primera en la que Jesús nació en soledad.
Sin muchas luces en la tierra pero con la de la estrella de Belén destellando rutas de vida en su inmensidad
Sin cortejos reales colosales pero con la humildad de sentirnos pastores y zagales buscando la Verdad.
Sin grandes mesas y con amargas ausencias pero con la presencia de un Dios que todo lo llenara.
¿QUE NO HABRA NAVIDAD?
!Claro que si!
Sin las calles a rebosar pero con el corazón enardecido por el que esta por llegar.
Sin ruidos ni verbenas, reclamos ni estampidas… pero viviendo el Misterio sin miedo al “covid-herodes” que pretende
quitarnos hasta el sueño de esperar.
Habrá Navidad porque DIOS esta de nuestro lado y comparte, como Cristo lo hizo en un pesebre,nuestra pobreza, prueba, llanto,angustia y orfandad.
Habrá Navidad porque necesitamos una luz divina en medio de tanta oscuridad.
Covid19 nunca podrá llegar al corazón ni al alma de los que en el cielo ponen su esperanza y su alto ideal
¡HABRA NAVIDAD! ¡CANTAREMOS VILLANCICOS!
¡ y DIOS NACERA Y NOS TRAERA LIBERTAD!
Javier Leoz